En la vigesimoprimera Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, celebrada en Argentina en el 2018, los países de la región acordaron fortalecer la gestión integral de los residuos sólidos mediante el desarrollo de políticas y estrategias necesarias para erradicar progresivamente las prácticas de disposición final inadecuadas, como los basurales y la quema de residuos a cielo abierto.
De aquella reunión nació la Coalición Voluntaria de Gobiernos y Organismos Pertinentes, apoyada por el Programa de Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (PNUMA), que ahora ha presentado la hoja de ruta para el cierre progresivo de los basurales en la región. En ella están presentes los requerimientos y pasos necesarios para eliminar los basurales para 2030 y, de esa manera, “subsanar los impactos sobre la salud y el medio ambiente que causa la disposición inadecuada de residuos sólidos”.
“El contexto de la actual pandemia presenta múltiples desafíos para la región, entre los ellos la gestión de la creciente cantidad de residuos. Esta constituye un servicio esencial, clave para una recuperación sostenible y para no dejar a nadie atrás”, ha comentado Piedad Martin, directora regional interina de la Oficina para América Latina y el Caribe del PNUMA. “Promover programas e iniciativas que mejoren la salud de las personas y los ecosistemas mediante una transición hacia patrones de consumo y producción sostenibles es fundamental para la reactivación pos-COVID-19”, ha añadido.
De acuerdo con el PNUMA, la disposición inadecuada de los residuos es un problema que afecta a toda la región, aunque en proporciones distintas. Así, el 70% de los municipios utilizan sitios inadecuados de disposición, mientras que la generación total y per cápita de residuos continúa aumentando y las tasas de reciclaje se mantienen, en promedio, por debajo de 10%. Del mismo modo, en la hoja de ruta se expone que alrededor de 145.00 toneladas diarias de residuos se siguen destinando a basurales, quema u otras prácticas inadecuadas, lo que equivale a los residuos generados por 170 millones de personas, o 27% de la población regional.
“La Hoja de Ruta presentada [recientemente] está diseñada para que los gobiernos nacionales y subnacionales la adapten a sus circunstancias particulares. Su implementación a lo largo de la próxima década garantizará un ambiente sano para las futuras generaciones, en línea con los compromisos establecidos en el marco de la Agenda 2030”, ha destacado el PNUMA.
(Noticia publicada originalmente en El Ágora)
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