En Asia el incremento de poder adquisitivo y de progreso ya tiene un precio: la contaminación. A los problemas mediambientales que ya tenía este continente entre los humos de las fábricas y de los coches se suma los residuos tecnológicos. De todos los residuos que genera el ser humano, uno de los más perniciosos para el entorno es el electrónico: ordenadores, móviles, tablets y televisores. Productos que cada vez se desechan antes ante la aparición del último modelo o por sus averías.
A causa de el pujante crecimiento económico, Asia ha visto cómo su basura electrónica se ha disparado hasta un 63% en solo cinco años. Así consta en un informe el informe “Primer observatorio de basura electrónica en Asia y Sudeste Asiático” recién publicado por la ONU. Sus desechos sumaron entre 2010 y 2015 más de 12 millones de toneladas. China destaca entre todos los países analizados con un aumento del 107 por ciento de los residuos siendo el punto del planeta donde se acumula la mayoría de los vertidos electrónicos del planteta.
Los vertederos se llenan de basura dónde se “reciclan” millones de electrodomésticos por sus habitantes. En ciudades como Guiyu sus habitantes desguazan en sus patios aparatos electrónicos sin protección alguna. Con sus manos, sin guantes ni mascarillas, arrancan los tubos y cables de las pantallas, extraen el toner de tinta de las impresoras y bañan en ácido nítrico los chips de los ordenadores y «tablets» para extraer el oro. Junto al río queman cables de PVC para sacar cobre y otros componentes con oro y otros metales. Esta labor, por su alta toxicidad, supone un gran riesgo para su salud y para el medioambiente.
Más información: http://www.abc.es/natural/vivirenverde/abci-basura-electronica-inunda-asia-201702141145_noticia.html